Arturo Katz arrancó las operaciones de su primera planta de reciclaje de palillos chinos, los cuales convierte en otras funcionales piezas.
Arturo Katz está dispuesto a reunir todos los palillos chinos que se desechen en México para reciclarlos y convertirlos en nuevos objetos como tablas de picar, portatablets o incluso sillones.
El joven emprendedor abrió recientemente en Naucalpan, Estado de México, su primera microplanta de reciclaje de palillos chinos, en la cual ya procesa todas las piezas que se desechan en unos 130 restaurantes de la zona centro de México.
“Cada semana recuperamos 250 kilos de palillos que equivalen a 84,000 palillos por semana”, cuenta Katz, propietario de la primera franquicia en México de la recicladora canadiense ChopValue.
Para tener alcance nacional, después de invertir en la franquicia maestra, Katz planea la apertura de 15 microfábricas por diversos puntos del país, de forma que ello le permita hacer una recolección de forma local, cuidando al medio ambiente.
“El concepto de marca es que tenemos que hacer las cosas lo más amigable posible con el medio ambiente. Que tanto la recolección, distribución y comercialización sean de manera local”, expone.
De momento, las localidades que están en el plan de Kats para poner más plantas de su franquicia ChopValue México son Toluca, Querétaro, Puebla, Monterrey, Tijuana y Mérida.
Cada planta requiere unos 300 metros cuadrados y genera entre 10 y 12 puestos de trabajo.
Busca inspirar a otros
Con su proyecto de reciclaje de palillos, el joven Arturo Katz busca ser la inspiración de otros rumbo al cuidado del planeta.
Los palillos volverán a los restaurantes en forma de otras piezas, como tablas, y los clientes verán el reciclaje, explica.
Asimismo, ChopValue México planea ofrecer sus piezas recicladas en tiendas.
“Hay modelos de negocios que también pueden ser sustentables”, destaca Katz.
El negocio se puede hacer con cartón o plástico, sugiere. “La basura no existe, simplemente son recursos que no hemos encontrado la forma de reprocesarlos y de reutilizarlos”.
Fuente: Forbes