A medida que el Cambio Climático se intensifica, se eleva el riesgo de lesión, enfermedad y muerte a causa de las olas de calor, de los incendios forestales, las tormentas intensas y de las inundaciones. Y esta situación es peor para los países más pobres y vulnerables.
Cambio Climático y la salud mundial. Si las altas temperaturas, especialmente cuando se combinan con una alta humedad relativa, persisten durante varios días (las llamadas olas de calor) y estas no bajan en las horas nocturnas, el calor extremo puede resultar letal. En especial para los más vulnerables: niños, ancianos, embarazadas e inmunodeprimidos.
De todas las proyecciones relacionadas con el clima hechas por los científicos, el aumento de las temperaturas es la más preocupante. Las muertes relacionadas directa o indirectamente con el calor extremo se han disparado. Pero lo peor, es que se prevé que las cifras sigan en alza.
Por otra parte, y debido a que las temperaturas invernales están aumentando más rápido que las estivales, las muertes que se deben al impacto del frío (desde enfermedades que se agravan hasta el congelamiento por exposición a la intemperie) es probable que disminuyan.
Los desastres “naturales”
Los cambios proyectados en la temperatura y en las precipitaciones, ocasionados por el calentamiento global y el consiguiente daño al Medio Ambiente, es probable que conduzcan a otros efectos que amenazan la salud y la seguridad humanas. Y esta ya no es una mera predicción de los expertos, sino una realidad muy palpable.
El cambio de los patrones de precipitaciones, sumado al calor prolongado, pueden crear sequías de larga duración. Esto no solo promueve la desertificación y erosión de los suelos, sino que puede causar incendios forestales. Cualquiera de las dos situaciones ponen en grave peligro a las personas y a los animales y plantas locales.
Sin embargo, un calentamiento de la atmósfera también retiene más humedad. Por lo que la probabilidad de lluvias extremas, tormentas, huracanes, tornados o nieve excesivos continúa aumentando en algunas regiones. Además, se multiplican los riesgos de inundación de las zonas más cercanas a las aguas.
Las aguas oceánicas más cálidas están siendo el escenario de huracanes tropicales y tifones cada vez más agresivos. Mientras que los ciclos oceánicos continúan siendo un factor de influencia en la frecuencia de los ciclones tropicales. Y todo ello contribuye a que el cambio climático se agudice.
La mala calidad del aire
La combinación de tres ingredientes: la luz del sol, el aire caliente y la contaminación (en especial de la que proviene de la quema de carbón y de los derivados del petróleo) se combinan para lograr que a nivel del suelo exista lo que se llama esmog que causa que los seres humanos experimentan diferentes males asociados a la mala calidad del aire. El problema más grave es que si las temperaturas son más altas aumenta el esmog, así la luz del sol, la contaminación del Medio Ambiente y las corrientes de se mantengan inalteradas.
Los alérgenos y otras molestias
Las temperaturas más cálidas y una mayor concentración de dióxido de carbono en la atmósfera estimulan el rápido crecimiento de algunas plantas que maduran antes o producen alérgenos más potentes. Cambio Climático y la salud mundial. Los alérgenos comunes como el polen parecen responder particularmente bien a mayores concentraciones de CO2.
Las enfermedades relacionadas con la alergia están clasificadas entre las más comunes y crónicas de las que padecen los seres humanos y les afectan en todos los sentidos. Ya que no solo les provocan episodios de mala salud. Si no que disminuyen significativamente o anulan su productividad.
Propagación de enfermedades
Los científicos temen que un mundo más cálido acarree cambios drásticos en los llamados «vectores de enfermedades» o sea los mecanismos por medio de los cuales se propagan algunas enfermedades. La cercanía entre animales y personas causada por la hiperurbanización promueve el intercambio de afecciones y el aumento de las zoonosis.
Los insectos que anteriormente eran detenidos por inviernos fríos ya se están moviendo hacia los polos, o sea a las latitudes más altas. Los océanos más cálidos y otras aguas superficiales también pueden significar graves brotes de cólera y de microorganismos dañinos contenidos en ciertos tipos de pescados y mariscos (como la marea roja).
Un problema para cada lugar
En las distintas regiones del mundo se experimentan las más diversas reacciones a los factores antes mencionados. Por lo que en cada punto del planeta se agudizarán los problemas. Y se harán de índole cada vez más local por las razones que exponemos a continuación.
Las tendencias climáticas difieren según la región
Las personas que viven en las llanuras, en los cauces de ríos y en las zonas costeras son más propensas a tener inundaciones. Pero, por otra parte, quienes habitan en zonas secas están a merced de la desertización o padecen de riesgos mayores de incendios. Nadie está a salvo de los efectos del cambio climático.
Algunas personas son más vulnerables que otras
Los niños pequeños, los ancianos y las personas que ya están enfermas son menos capaces de soportar altas temperaturas y la mala calidad del aire. Por ejemplo, las temperaturas extremas y el esmog resultan particularmente dañinas para aquellos que padecen asma o problemas respiratorios o cardíacos crónicos.
Los países ricos son más propensos a adaptarse al cambio climático
Los países pobres cuentan con muchos menos recursos económicos para recuperarse de los desastres relacionados con las variaciones del clima y el calentamiento global. Incluso dentro de las diferentes naciones, los individuos menos afortunados económicamente son más vulnerables debido a que tienen menos recursos para escapar del peligro que representan las altas temperaturas (carecen de aire acondicionado o de un correcto aislamiento de sus hogares).
Una reflexión final
El mundo se calienta y las naciones siguen prometiendo hacer algo, pero no dicen ni qué medidas tomarán ni cuándo se decidirán a combatir el Cambio Climático y sus consecuencias en las personas y en el Medio Ambiente. La realidad es que ya no queda más tiempo para seguir de manos cruzadas.
Es necesario hacer una mejor planificación e inversiones importantes y tangibles en infraestructura sanitaria a nivel público. Esto es fundamental si realmente queremos ayudar a las diferentes comunidades a resistir el severo calentamiento que se vislumbra en el horizonte.
El problema es que estas inversiones podrían resultar más caras que tomar cartas en el asunto y comenzar con una drástica reducción los costos de las emisiones que atrapan el calor. La diferencia entre escoger una medida u otra, puede tener que pagarse con vidas humanas. Cambio Climático y la salud mundial.
Fuente: Ecoticias