Trapos, estopas, cartón, plástico, aceite gastado, agua contaminada, lodo industrial, residuos agrícolas, entre otros componentes pueden ser usados para nuevos materiales de construcción.
Cuando se habla de economía circular y de reciclaje, es común pensar en una botella de PET que es rescatada para ser reutilizada con su misma función, sin embargo, este concepto puede ir mucho más allá, al darle un sentido totalmente diferente y positivo a lo que conocemos como «basura».
Como parte de su esfuerzo para aportar a la descarbonización de la industria de los materiales de construcción, la empresa Geocycle ha avanzado en el desarrollo de soluciones circulares para sustituir combustibles fósiles no renovables por métodos alternos a partir de desechos.
Durante el 2022, la empresa logró rescatar 600,000 toneladas de residuos industriales y urbanos para ser transformados en clínker, uno de los componentes principales del cemento de Grupo Holcim.
Oscar Rivas, director de Geocycle México, indicó que para el 2023, la meta de la empresa es incrementar el volumen de sus operaciones para procesar 1 millón de toneladas de desechos, a más tardar en el 2025.
«Latinoamérica, y México como parte de este continente, es la región que menos recicla en el mundo. De acuerdo con el Banco Mundial, se recupera menos del 5% de la capacidad real que tenemos. Es por ello que, desde hace 30 años, nosotros buscamos dar solución a este problema al integrar los residuos al proceso de producción de Holcim», comentó en entrevista.
La gama de residuos para formar parte de la producción de materiales de construcción es amplia, desde trapos, estopas con aceite, cartón, plástico, aceite gastado, agua contaminada, lodo industrial, desechos agrícolas de palma africana, cascarillas de arroz o cualquier otro tipo de cultivo, así como basura de los hogares.
Rivas explicó que esta clase de procedimientos está regulada en la legislación mexicana, la cual plantea el coprocesamiento para la integración ambientalmente segura de residuos de una fuente conocida de un proceso productivo.
«Nosotros lo aprovechamos para la fabricación de clínker; 100% de los residuos que integramos en el proceso termina como cemento o energía, no hay ningún desperdicio. Actualmente, 25% del combustible que utiliza Holcim tiene origen en estos materiales», mencionó el director de Geocycle.
Importancia de la descarbonización
Desde la Primera Revolución Industrial en 1760, las actividades de los seres humanos han tenido un impacto cada vez mayor sobre el planeta, especialmente, por el uso de combustibles fósiles.
Adrián Fernández, fundador y director general de Iniciativa Climática de México, mencionó que, en ese año, se registraban 280 partes por millón de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera; hasta julio del 2023, esa cantidad aumentó a 420 partes por millón.
«Cada litro de gasolina que quemamos en nuestros vehículos genera 2.3 kilogramos de CO2 en la atmósfera. Si no actuamos rápido, no habrá dinero que alcance, ni a México ni al resto del mundo, para adaptarnos a los impactos. Más vale que hagamos un esfuerzo muy fuerte para reducir la contaminación», dijo el experto en conferencia.
Para Fernández, el primer paso es establecer políticas públicas de descarbonización que garanticen el acceso a energía limpia y económica tanto para la población, como para las industrias.
Fuente: El Economista