Estrategias globales para reducir la contaminación plástica

El consumo global continúa aumentando a través del desarrollo económico y el crecimiento de la población, creando un mayor consumo de plástico. Cada año se generan alrededor de 350 millones de toneladas de desechos plásticos en todo el mundo, lo que amenaza la salud ambiental y la seguridad pública. Como resultado, el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) de 2023 Turning Off the Tap tiene como objetivo minimizar la contaminación plástica a través de una transición económica hacia el reciclaje a gran escala. Según un artículo de DW, las iniciativas de este informe podrían reducir la contaminación por plástico en más del 75% para 2040.

El PNUMA tiene como objetivo eliminar la contaminación plástica a través de tres acciones principales: <reutilizar, reciclar y reorientar y diversificar>. La reutilización implica la reducción del consumo de plástico. Para las empresas, esto significa cambios en la cadena de suministro, como la reducción de los envases de plástico mediante compras al por mayor a mayoristas y envases retornables. La acción del consumidor hacia este objetivo incluye botellas, recipientes y bolsas de agua reutilizables. Con estas iniciativas, el periodista de DW Alistair Walsh explica que <la contaminación plástica se puede reducir en un 30 por ciento para 2040>.

En una nota similar, el informe del PNUMA destaca los beneficios financieros de mayores inversiones en reciclaje corporativo. Las empresas que se retiran de los subsidios energéticos gubernamentales utilizados para financiar la producción de plástico generan un mayor potencial de ganancias debido a la reducción de costos del reciclaje de plástico. Según el director de economía del PNUMA, Steven Stone, «cuando se siguen utilizando, los plásticos alcanzan su mayor valor» porque «tienen funciones muy específicas para la sociedad que son de gran valor».

Los objetivos de la UNEB y el caso de Costa Rica

La meta de reorientación y diversificación de la UNEB gira en torno a reconstruir el consumo industrial de plástico a través de una mayor regulación. Walsh explica, «El informe propone prohibiciones y acuerdos para eliminar los plásticos innecesarios y problemáticos, como los que no se pueden reciclar, reutilizar o compostar». La UNEB también analiza una política más estricta en torno al exceso de envases y plásticos peligrosos. Un artículo relacionado de DW destaca estas iniciativas sostenibles con la legislación de Costa Rica que prohíbe la compra de bolsas de plástico, popotes y «artículos de plástico de un solo uso». Por último, este objetivo implica cambios en la gestión ética de los residuos para evitar la contaminación por microplásticos en los océanos que comprometa la salud pública y la seguridad ecológica.

Las posibles consecuencias de crear sinergias

Si se cumplen estos criterios, los beneficios tienen un efecto dominó en toda la economía mundial. El análisis del informe de Walsh afirma que «se ahorrarían unos 4,1 billones de euros en 2040» y «se podrían crear cerca de 700.000 puestos de trabajo adicionales» llevando a cabo estos esfuerzos. Sin embargo, esto se basa en la sinergia entre la politica nacional y la mundial. El informe enfatiza la reducción de los desechos plásticos a través de regulaciones que se enfocan en los problemas específicos de cada país y los entretejen en el marco internacional a través de tratados y prohibiciones. El informe afirma, «las leyes integradas se refuerzan mutuamente hacia el objetivo de transformar la economía».

Fuente: Funi Blogs