Las altas temperaturas, la sequía y el deshielo de este verano han revelado varios sitios que estaban escondidos bajo el agua.
Calor extremo, termómetros por encima de los 40 grados, incendios forestales, sequías, glaciares derritiéndose… el verano en distintas regiones del planeta está al rojo vivo y los meteorólogos anuncian que este cambio climático ha llegado para quedarse.
Tan concentrados estamos (lógicamente) con lo que se está perdiendo que a veces no nos percatamos de lo que se está reencontrando en el mismo proceso: ciudades antiguas, pueblos fantasma, naufragios, cadáveres o jardines ornamentales vuelven a ver el sol tras décadas desaparecidos.
El cambio climático está afectando sitios tan alejados como Arizona y Noruega
En España, sin tener que ir muy lejos, ha resurgido un pueblo entero en Galicia. Aceredo, situado cerca de la frontera con Portugal, se inundó en 1992 para dejar sitio al embalse de Alto Lindoso. Unos 30 años después, en febrero pasado, la sequía volvió a exponer sus casas congeladas en el tiempo, lo que provocó una llegada masiva de turistas.
Meses sin lluvia en Italia y la interrupción de los habituales flujos de nieve derretida de los Alpes llevaron al río Po, el más largo del país, a su nivel más bajo en 70 años. Cuando su lecho se secó, reveló restos de la Segunda Guerra Mundial previamente ocultos, como un tanque alemán y barcos de carga.
Mientras tanto, en Roma, la sequía minó el río Tíber y descubrió un puente que se cree que se construyó durante el gobierno del emperador Nerón. Las condiciones extremadamente calurosas y secas de este verano obligaron al gobierno italiano a declarar el estado de emergencia en julio.
Algunos embalses de Estados Unidos que en esta época deberían estar rebosando por la nieve derretida durante la primavera presentan su tierra seca, incluido el lago Mead. El mayor embalse artificial estadounidense cayó este año a su mínimo histórico.
El lago Mead, situado entre los estados de Nevada y Arizona, muy cerca de la icónica presa Hoover, se ha reducido a una fracción de lo que era antes para convertirse en un sitio de curiosidad macabra.
Los visitantes se han encontrado de todo, desde barcos hundidos hasta cadáveres. «Podríamos hallar desde una moto de agua perdida hasta cuerpos», aseguraba a Bloomberg Michael Green, profesor asociado de historia en la Universidad de Las Vegas. «A medida que el agua retroceda, encontraremos más», añadía.
Los restos humanos descubiertos en el sitio incluyen un cuerpo dentro de un barril, según reveló el Servicio de Parques Nacionales. La causa de la muerte de la víctima aún está bajo investigación.
El 25 de febrero, la capa de hielo marino de la Antártida se redujo a un nivel récord, lo que puede haber ayudado a resolver uno de los mayores misterios de la historia marítima, el naufragio del Endurance.
Un grupo de científicos partió en un barco de investigación desde Sudáfrica hasta las profundidades del mar de Weddell, una zona remota de la costa antártica, para localizar, inspeccionar y filmar los restos de la nave de Sir Ernest Shackleton. Durante mucho tiempo se desconocía el paradero exacto de la embarcación del famoso explorador que fue aplastada por el espeso hielo marino en 1915.
La misión de 35 días fue dura. El equipo tuvo que navegar por aguas picadas y lidiar con el hielo, que seguía siendo muy peligros a pesar de que estaba por debajo del promedio. Utilizando un vehículo autónomo, encontraron los restos del naufragio a más de 3.000 metros bajo el agua.
El calor extremo del verano en el Reino Unido provocó un incendio en una casa histórica en el centro de Inglaterra, revelando un jardín oculto del siglo XVII. Se pueden ver patrones amplios y ornamentados en el césped de Chatsworth House, en Derbyshire.
Apodado el Gran Parterre, el extenso jardín data de 1699 y una vez estuvo lleno de flores y caminos. Para 1730, el paisaje ornamentado se cubrió con césped. El 26 de julio, Chatsworth registró una temperatura de 38,1 ℃, la más alta registrada en más de 100 años, según informa la web de la histórica casa.
Una importante ciudad de un imperio de la Edad del Bronce ha reaparecido en Irak, en una área que se ha secado cerca de Mosul. Un equipo de arqueólogos kurdos y alemanes se apresuró a investigar el sitio de Kemune, una antiguo emplazamiento en el río Tigris que floreció bajo el Imperio Mitanni durante la Edad del Bronce.
El equipo de investigación encontró vasijas de cerámica que supuestamente contenían más de 100 tablillas cuneiformes. El descubrimiento podría proporcionar más detalles sobre el final de la ciudad y el comienzo del dominio asirio en la región.
«Es casi un milagro que las tablillas cuneiformes hechas de arcilla sin cocer sobrevivieran tantas décadas bajo el agua», dijo el profesor de la Universidad de Tübingen, Peter Pfälzner, que formó parte de las excavaciones de rescate.
En las altas montañas de Noruega, los artefactos descubiertos por el arqueólogo Lars Pilø y su equipo en el Programa de Arqueología Glaciar incluyeron una túnica de lana de la Edad del Hierro, así como un chancla de estilo romano y una flecha bien conservada con emplumado todavía adjunto de los años 300 a 600. La flecha es una reliquia de un sitio de caza de renos.
«Con el continuo derretimiento del hielo de alta montaña, esperamos ver aparecer hallazgos más antiguos», dijo Pilø, cuyo equipo ha encontrado miles de elementos de la Edad del Hierro y el período medieval temprano en sitios de hielo en Noruega durante los últimos 15 años. “Estamos retrocediendo en el tiempo a medida que el hielo se derrite», apuntaba el investigador.
Fuente: La Vanguardia